En La Loma de Chaple - La Habana, Cuba
En la Loma de Chaple …
En la Loma de Chaple siempre corre el aire, hasta en los días más calurosos del verano se puede disfrutar de un clima muy agradable, porque la brisa nunca falta en esta zona de La Habana.
¿Por qué? Porque tiene el privilegio de ser uno de los puntos más elevados de la ciudad, 66 metros sobre el nivel del mar ¡un auténtico mirador!
Te impresionan las vistas de la ciudad, puedes ver la bahía, edificios emblemáticos del centro de la Habana, pero sobre todo, en esta parte del barrio de Santos Suárez, lo que más impresiona son las casas, o mejor dicho, mansiones, y que aunque muchas no están en buen estado de conservación, mantienen los elementos de una construcción que ya será difícil de rescatar, propios de una arquitectura de inicios del siglo XX.
Estas majestuosas casas guardan historias, de familias, de vecinos, … y de una época que vivió la Habana que nos podemos imaginar.
Aún, muchas de las personas que hoy viven aquí, han nacido y se han criado en este barrio, pensemos por ejemplo que mi familia compró la parcela en 1917 y comenzó a habitar la casa en 1922, es decir, hace casi 100 años.
Estas personas cuentan sus historias, los cambios que han vivido durante estos años, recuerdan con añoranza a muchos vecinos que ya hoy no están, cuentan anécdotas del barrio. Me sorprendió conocer que “la loma” se cerraba, tenían serenos que avisaban a las familias de la llegada de las visitas. Interesante ¿cierto?
Fue una zona residencial y exclusiva de la ciudad, claro, hoy no es así, pero nos podemos trasladar fácilmente a otra época, si nos sentamos a disfrutar de estas casas de techos altos, con grandes ventanales y puertas que superan los 3 metros de altura, en las que siempre corre la brisa aunque sea en aquellas tardes calurosas del verano.
En La Casa de Los Cuervo, puedes hacer ese viaje en el tiempo, sentarte a descansar y de paso imaginar cómo pasaban las tardes, cómo eran las fiestas que celebraban, cómo vestían, … y toda esta experiencia disfrutando de un zumo de frutas naturales o una limonada fresca, con música de época, notas musicales que salen de un equipo de los años 1940.